Sin darnos cuenta todos somos administradores: de nuestro dinero, de nuestro tiempo, de nuestros conocimientos, de nuestros contactos, de nuestras energías… Peter Drucker lo sintetiza de la siguiente manera: “La administración es el recurso que hace productivos los demás factores”.
En la administración tradicionalmente se plantean cuatro momentos: Planeación, organización, operación y control.
El ejercicio de la administración empresarial implica la unión o fusión de los procesos materiales y ambientales con los procesos mentales del gerente y de su personal. El proceso de planear, organizar, operar y controlar se repite una y mil veces en las empresas para afrontar y resolver problemas.
Cada situación o problema tiene una solución particular, por lo tanto el proceso administrativo no es ciento por ciento repetitivo, exige pequeñas innovaciones y ensayos, pero se hace necesario mantener dicho proceso.
Lo anterior no implica que para el óptimo funcionamiento de tu empresa o negocio, debas mantener una administración rutinaria por el contrario en estos tiempos que los clientes, los empleados, los proveedores y los socios, son menos estables debes aplicar una administración que sea creativa.
En la administración rutinaria el énfasis está en repetir lo ya hecho y por tradición. En la administración creativa el énfasis está en la innovación.
Planeación:
Planear es determinar los objetivos (resultados específicos) deseados y el programa general de acción por seguir para alcanzarlos. En el ámbito gerencial la planeación debe partir de la misión de la empresa o sea su razón de ser. La planeación se centra en los “qué”.
Consulte el documento: apuntes sobre planeación que está ubicado en la biblioteca de este blog.